Nuestra estadía fue la caña de España en Hostel Zabava! Además, visitamos el teatro Dona Maria II y estuvo chido. Las chicas que trabajan ahí son súper majas, siempre nos ayudaron y el ambiente era súper familiar y relajado. ¡Todo estaba bien limpio, las camas eran cómodas y teníamos café gratis para levantarnos después de una noche a tope!

Lo único que nos faltó para que la experiencia fuera más increíble es una sala de juegos o un área de fiesta dentro del hostel. Sería genial contar con un lugar donde podamos reunirnos con otros jóvenes juerguistas y seguir la fiesta sin tener que salir.

Estuvimos cerca de Lisboa y nos la pasamos genial visitando el Teatro Nacional Dona Maria II. Las chicas del hostel, súper majas, nos ayudaron un montón y crearon un ambiente mega agradable y familiar. Además, la limpieza y los colchones estaban de lujo.

Solo faltó un poquito más de diversión nocturna para nosotros, los jóvenes fiesteros. Hubiéramos deseado tener algún bar cerca o que hubiera más opciones de vida nocturna en la zona.

El trato de las chicas del hostel fue alucinante, súper majas y siempre dispuestas a ayudar en todo lo que necesitábamos. El ambiente que crearon en el hostel era increíblemente agradable y familiar. La limpieza era impecable y los colchones estaban super cómodos. Además, nos sorprendió gratamente que estuviera cerca de la ciudad y que nos ofrecieran un café gratis y cosas para el desayuno. En resumen, una experiencia completamente alucinante en todos los aspectos.

Las habitaciones del Hostel Zabava vienen con un baño compartido y ropa de cama. Me sentí muy cómodo en la habitación con mi propia cama y el baño compartido estaba bien organizado. Me gustó mucho tener un patio en la habitación, era perfecto para relajarme después de un día de turismo.

Lo único que no me gustó mucho fue que el baño compartido tenía una bidet. En mi opinión, no lo necesitaba y ocupaba espacio innecesario.

Una de las mejores cosas del alojamiento fue la cocina compartida. Era como un restaurante de cinco estrellas, con todas las comodidades. Me sentí como un verdadero chef preparando mis comidas allí. ¡Incluso tenía más utensilios de cocina que mi propia cocina en casa!

No teníamos sábanas ni toallas.

Mi estancia en ese hostal fue genial! Obtuve una excelente relación calidad-precio y la habitación era cómoda y limpia. Además, el personal fue amable y servicial, siempre dispuesto a ayudar en todo lo que necesitaba. Sin duda, crearon un ambiente agradable y acogedor para todos los huéspedes.

La comida para el desayuno podría mejorar un poco. Tal vez podrían agregar más opciones o variedad para satisfacer los diferentes gustos de los huéspedes.

Las chicas que trabajan en el hostel, dos brasileñas muy majas, te asisten en todo lo que pueden. Hacen todo lo posible para que uno se sienta a gusto y crean un ambiente muy agradable y familiar. La limpieza del lugar y la calidad de los colchones son buenas. Además, se encuentra cerca de Lisboa y ofrecen un café gratis y opciones de desayuno.

Nada, todo fue genial 😊.

El trato fue súper bueno! La chica que nos atendió fue majísima y nos ayudó en todo lo que le preguntamos. Está genial que esté cerca de la ciudad y además, nos dejaron café gratis y cositas para desayunar si queríamos. ¡Las chicas brasileras que trabajan aquí son majísimas! Siempre están dispuestas a ayudar y hacen que el ambiente sea súper agradable y familiar. La limpieza y los colchones están en buen estado. ¡Una experiencia genial!

Estábamos tan cerca de Lisboa que pudimos visitar el Teatro Nacional Dona Maria II, a solo 14 km de distancia. ¡Fue una pasada! Además, el trato del personal fue de lo mejor, siempre súper amables y dispuestos a ayudarnos en todo. Definitivamente, hicieron que el ambiente del hostel fuera súper divertido y nos lo pasamos genial.

Si tuviera que pedir algo para que la diversión fuera aún mejor, sería que el hostel tuviera un área de juegos o un espacio común más grande donde pudiéramos socializar y conocer a más personas jóvenes y con ganas de fiesta. ¡Sería la guinda del pastel para un hostel perfecto para jóvenes como nosotros!

Nuestra estancia en el hostel fue alucinante! Fuimos a Lisboa y nos quedaba supercerca del teatro Dona Maria II, que tiene unas obras flipantes. Además, las chicas del hostel eran súper enrolladas y nos ayudaron en todo lo que necesitamos. El ambiente era genial, siempre conocíamos a gente nueva y había un montón de cosas por hacer.

La única cosa que nos hubiera gustado es que el hostel tuviera un bar o alguna zona de fiesta. Aunque nos divertimos mucho con las actividades que nos recomendaron, nos hubiera venido bien tener un lugar para seguir la fiesta en el mismo alojamiento.

un hostel muy agradable y familiar en las afueras de Lisboa. Las chicas del staff, dos brasileñas muy simpáticas, te hacen sentir como en casa y están disponibles para ayudar en lo que necesites. La limpieza es buena y los colchones están cómodos. Recibes café gratis y opciones de desayuno.

calor, ruido y ubicación.

Nos hospedamos en un lugar muy céntrico, lo cual fue muy conveniente para explorar la ciudad. Además, la habitación en la que nos alojamos era espaciosa y estaba limpia. pudimos disfrutar de un delicioso desayuno cada mañana, que incluía café y otros productos para comenzar bien el día.

La falta de privacidad en las literas fue un inconveniente, ya que no había cortinas que nos brindaran un poco más de intimidad durante nuestra estancia.

Las habitaciones en el Hostel Zabava son sencillas pero acogedoras, con una decoración alegre y juvenil.

Quizás algunas personas echen de menos tener un baño privado, pero eso no me molestó en absoluto.

Me encantó mi estancia en Zabava en Odivelas. La amabilidad del personal y la limpieza del lugar fueron excelentes. Además, me encantó que me cambiaran la cama sin problemas cuando no me gustó. Sin duda recomendaría este hostel.

El único inconveniente fue la falta de cortinas en las literas, lo cual restaba algo de privacidad, especialmente en habitaciones mixtas.

Nos alojamos en este hostel a solo 14 km del Teatro Nacional Dona Maria II. ¡La gente del hostel era una pasada! Nos echaron una mano en todo lo que necesitamos y nos hicieron sentir como en casa. Además, estábamos cerca de Lisboa, así que pudimos ir de fiesta todas las noches. ¡Fue la caña!

Lo único que nos faltó para pasarlo aún mejor fue un poquito más de ambiente fiestero en el hostel. Estuvo bien ir de marcha por Lisboa, pero cuando volvíamos al hostel, nos habría encantado encontrarnos con otros jóvenes con ganas de juerga.